Consejo semanal: encías y salud general
El Consejo General de Dentistas explica como estado de las encías repercute directamente en la salud general
Debido a la situación pandémica mundial, el cuidado de la salud y la prevención de enfermedades han adquirido mayor relevancia. En este escenario, es importante resaltar la relación de la salud bucal y, concretamente, de las encías, con la salud general.
La principal amenaza para la salud de nuestras encías es la acumulación de bacterias sobre los dientes: la placa bacteriana. Esta comienza a depositarse en el surco gingival (el espacio que existe entre dientes y encías) pocos minutos después del cepillado dental. Si no se limpian, su actividad provoca sangrado e inflamación. Esto es lo que se conoce como gingivitis, una patología que, con la higiene y el tratamiento profesional adecuados, puede ser reversible.
Si no se toma ninguna medida, las toxinas de estas bacterias continuarán su actividad y derivará en una periodontitis. En ella, la afectación comenzará a profundizar desde la encía hasta el hueso que sostiene los dientes en la boca, pudiendo provocar su pérdida en algunos casos. Se trata de una enfermedad cuyos daños son irreversibles y las medidas de higiene y el tratamiento profesional solo pueden conservar lo que no haya sido dañado.
Además, múltiples estudios han demostrado que la presencia de bacterias en estas localizaciones de la boca puede facilitar su paso al torrente circulatorio, lo que aumenta el riesgo de sufrir patologías cerebrovasculares, respiratorias, neuronales, etc. Igualmente, la alteración que provocan estas bacterias en el organismo dificulta el control de enfermedades como la diabetes.
Para evitar desarrollar estas patologías, se recomienda seguir correctamente unos sencillos consejos:
- Cepillado dental 2 o 3 veces al día, durante 2 minutos, y asegurando que alcanzamos toda la superficie de todos los dientes.
- Utilización de dentífrico con flúor y con algún componente antibacteriano.
- Reforzar la higiene interdental con cepillos interproximales. Otras opciones son la seda, los colutorios (si los recomienda el dentista) o los irrigadores, dependiendo de la habilidad del paciente y la accesibilidad de determinadas zonas de la boca.
- Eliminar el consumo de tabaco.
- Visitar periódicamente al dentista, al menos, 1 vez al año. No obstante, el dentista puede recomendar seguir un plan de mantenimiento con visitas cada 3 o 4 meses según el grado de afectación del paciente y sus características individuales.
El tratamiento de los problemas de encías varía según el grado de afectación. Así, el dentista puede prescribir una limpieza dental, un raspado, alisado radicular o determinados procedimientos quirúrgicos. Todo ello, siempre seguido de un plan de revisiones y mantenimiento de por vida.
En resumen, el control de la placa bacteriana repercute directamente en la salud oral, pero también en la salud general, por lo que los cuidados en casa y las visitas al dentista son clave para mantener una buena salud gingival, bucal y general. Porque una boca sana es mucho más que una bonita sonrisa.
Fuente: Consejo General de Dentistas de España
Consejo semanal: cómo reducir las probabilidades de rechazo de un implante
Desde la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración nos dan una serie de consejos para reducir las probabilidades de que un implante dental sea rechazado o de sufrir complicaciones tras su colocación.
Las principales consideraciones son:
- Antes de colocar el implante la boca debe estar sana y libre de infecciones
- Los antecedentes de periodontitis elevan el riesgo a sufrir una enfermedad periimplantaria
- El tabaco aumenta la probabilidad de que el implante sea rechazado
- Tener una mala higiene bucodental aumenta la probabilidad de sufrir una infección en los implantes
- Tras el tratamiento, se debe acudir regularmente al dentista para controlar que todo va según lo previsto
- Al primer signo de alarma, acude a al dentista
Fuente: ICOEV
Consejo semanal: Los riesgos de realizarse tratamientos sin control facultativo
El Consejo General de Dentistas advierte sobre los riesgos de realizarse tratamientos de ortodoncia y blanqueamientos sin control facultativo
La obsesión por lucir una sonrisa perfecta ha provocado un aumento de la popularidad de los tratamientos de ortodoncia “invisible” y blanqueamientos dentales, sobre todo, en adultos. Hay que destacar que, además de permitir disfrutar de una boca sana, unos dientes alineados también aportan estética y calidad de vida a quien los lleva, entre otras muchas ventajas.
Sin embargo, la proliferación de empresas que han aprovechado esta situación para vender alineadores a domicilio ha puesto en alerta a los dentistas por el riesgo que puede suponer para los pacientes. Estas compañías promocionan sus productos en las redes sociales, donde ofrecen tratamientos de ortodoncia con alineadores transparentes a unos precios más baratos que las clínicas dentales y sin control por parte del dentista. En algunos casos, el paciente acude sólo una vez al establecimiento, donde le harán una toma de impresión digital y, posteriormente, le entregarán todos los alineadores del tratamiento. En otras ocasiones, es el propio paciente quien se hace las fotos y los moldes en su propio domicilio, los envía a la empresa y después recibe los alineadores, que se irá cambiando según la pauta que le dé la mercantil. En ambos casos, el seguimiento por parte del facultativo será inexistente.
Ocurre lo mismo con los blanqueamientos dentales. A pesar de publicitarse continuamente en redes sociales y estar disponibles en diversas páginas web para cualquier usuario, según la normativa solo pueden venderse al público general aquellos que tengan una concentración ≤0,1% de peróxido de hidrógeno, cuyos efectos son mínimos, en ocasiones, ni siquiera apreciables. De hecho, en muchos casos podría tratarse de publicidad engañosa. Por otro lado, la venta de productos con mayor concentración de peróxido de hidrógeno debe quedar restringida a los dentistas. La organización colegial advierte de que llevar a cabo estos tratamientos en el propio domicilio sin control sanitario puede provocar inflamación de encías, deterioro del esmalte, sensibilidad dental, e incluso pérdida de dientes.
Los riesgos de realizarse tratamientos sin control facultativo
El concepto DIY (do it yourself = hazlo tú mismo) se ha extendido a muchos ámbitos de la vida, como montaje de muebles, manualidades o decoración, y está empezando a invadir el mundo sanitario, con las consecuencias que ello conlleva. La venta al público general de determinados productos sanitarios y tratamientos, como es el caso de estos alineadores y blanqueamientos, puede desencadenar graves problemas irreversibles en la salud bucodental de los usuarios, además de estar prohibido por la normativa vigente, ya que no permite la publicidad dirigida al público en general de productos sanitarios destinados a ser utilizados o aplicados exclusivamente por profesionales.
Fuente: Consejo General de Dentistas de España